Y bueeeno, andabanos caminando por el centro de la gran ciudá, no? No me refiero a nuestro hermosos Monterrey, si no ala ciudá de México, un lugar mitico lleno de chbilangos.
Habia mucha gente, ¡harta gente raza!!, parecian di´atiro indios. Pero indios, indios. Chaparritos y prieeetos, prieeetos.
Nosotros tenemos mucha sangre india tambien.
Le pregunte a Laura, mi morra: "Achingao! como que nosotros tenemos la piel mas roja, vedá?
Lo cual puntual y cabilosamente, como ella suele contestar, me contesto:
Inche´ vatoo! siempre con tus jaladas, no te hagas menso y ´amos al Museo weee!!!
Camino al museo del templo mayor, Mashor como dice los werkios que se la pasan pegados a la mondaa computadora, Checaba a la raza y eran diferentes. Muy diferentes a nuestra gente norestense.
En las sierras de Coahuila, norte de San Luis y Zacatecas quedaron asentados muchos grupos indigenas anteriormente semi-nomadas. Se mezclaron con los nuevos, no sin antes luchar parte de ellos contra el fuereño invasor, por que se posecionaron de los manantiales, lugares basicos para la supervivencia de los pobladores locales. Otros tantos comerciaban bien quitados de la pena.
Esta gente llego a NuevoLeon y Tamaulipas, concretamente al zona conurbada de Monterrey y Nuevo Laredo -respectivamente- en la decada de los 70´s en adelante, del siglo XX.
Es por eso que, los hijos de ese migrantaje, osease nosotros raza, Un tipo de clasico regio (y no me refiero a un Rayados-Tigres, he!), salimos como el indio dadote, rojo y grandote.
Total juimos al mentao museo, andaba la inche Laura vuelta loca con todas las figurías talladas y jaladas de los aztecas. Muy mexicanos, eso si, como nosotros, pero, diferentes.
Sobres raza!!!! ahi se lo cuidan y saludos.
lunes, 6 de octubre de 2008
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